El personal de salud recuerda la importancia de donar periódicamente para crear un suministro seguro y sostenible de sangre y productos sanguíneos que puedan estar siempre disponibles, en todo el mundo, para que quien lo necesite pueda recibir el tratamiento oportunamente.
Todas las donaciones de sangre o plasma son obsequios valiosos y vitales y la donación periódica, voluntaria y no remunerada, es esencial para disponer de un suministro de sangre seguro y sostenible.
Esto es vital para las y los pacientes y en particular lo es para quienes necesitan de por vida recibir periódicamente transfusiones, por ejemplo, quienes sufren de afecciones tales como la anemia falciforme o la talasemia.
Antes de donar, si estás decidido, tené en cuenta algunas consideraciones y requisitos para hacerlo:
- Ser mayor de 18 años, menor de 65 y pesar más de 50 kilos.
- Estar descansada/o, habiendo dormido por lo menos 6 horas.
- Sentirte en buenas condiciones (no tener síntomas de malestar general, fiebre, resfrío o tos).
- Debés desayunar o almorzar de forma habitual y tomar líquidos en abundancia (no alcohólicos).
Extracción
La extracción dura entre 7 y 10 minutos. Se realiza en un ambiente seguro y con material descartable. Se extrae sólo una unidad de sangre (alrededor de 450ml) y pequeñas muestras para posteriores análisis.
Después de donar
Se te brindará un refrigerio, a fin de recuperar líquidos y azúcar. Es importante que lo tomes antes de irte del Centro de Donación. Si no te sentís bien, avisá al personal del Centro y no abandones el lugar. Bebé abundante líquido (agua, jugos, leche).
La sangre donada siempre se estudia. La sangre que dona una persona nunca se transfunde directamente al paciente. A cada donación se le realizan los siguientes estudios de laboratorio:
- Clasificación de grupo y factor sanguíneo y anticuerpos.
- Detección de ITT (Infecciones Transmisibles por Transfusión).
- Son obligatorias para nuestro país: Hepatitis B, Hepatitis C, VIH/Sida, Chagas, Sífilis, HTLV y Brucelosis.
Mediante estos estudios se asegura que la sangre sea apta para transfusión.
Tené en cuenta que, aunque no puedas donar sangre, siempre podés colaborar difundiendo entre tus amigos y familia la importancia de ser donantes voluntarios y habituales de sangre.