Se trató del primer encuentro presencial luego de un año de pandemia, que sirvió para evaluar el avance de la vacunación a nivel nacional y analizar distintas estrategias de trabajo que serán fundamentales en la segunda ola. De la reunión participaron los secretarios de Relaciones Institucionales, Miguel Ledesma, y de Políticas Públicas, Mercedes Ibero, en representación de la provincia.
Con foco en el Plan de Vacunación, se evaluó darle prioridad a la aplicación de la primera dosis de vacuna contra el COVID-19 para lograr la protección de una mayor cantidad de personas y favorecer la vacunación de los mayores de 60 años.
En la ocasión, autoridades nacionales remarcaron que el objetivo del plan de vacunación es bajar la mortalidad ya que “ningún país ahora está vacunando la cantidad de personas necesarias para eliminar la transmisión”.
Además, mencionaron que se está a la espera de la aprobación de la vacuna de Sinopharm para mayores de 60 años para fortalecer la vacunación de este grupo y darles prioridad.
Por otra parte, y en cuanto a la llegada de vacunas al país, aseguraron que la Argentina tiene contratos firmados por 65.400.000 dosis de vacunas, y que se espera que la producción crezca y que la distribución se incremente en forma sostenida para todos los países.
Luego de la presentación nacional, cada referente provincial pudo exponer el trabajo realizado en este contexto y el avance del Plan en cada territorio. Río Negro avanza en la vacunación a docentes, adultos mayores y personal de seguridad, mientras se acerca a completar la inoculación a la totalidad del personal de salud.
En cuanto a la preparación para minimizar el impacto de la segunda ola, se indicó que el objetivo es la identificación temprana y si se evidencia un aumento de casos “disminuir la circulación de personas en forma transitoria sosteniendo las actividades productivas, comerciales y económicas”.
En este sentido, la titular de la cartera sanitaria nacional, Carla Vizzotti, solicitó a sus pares desalentar los viajes al exterior “ante el riesgo individual y sanitario de introducir una nueva variante del virus” como así también fortalecer el estudio de PCR al ingresar al país, la declaración jurada y el control del cumplimiento de los 10 días de aislamiento desde el resultado de la PCR.