En el año 2004 se estableció, a través de la Ley N° 25.936 el "Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre" en conmemoración a la primera transfusión de sangre realizada en el país, el 9 de noviembre de 1914, por el médico argentino, Dr. Luis Agote.
Desde el Ministerio de Salud se destaca esta acción y se reconoce a todas aquellas personas que de forma altruista y solidaria se acercan a donar sangre para quienes lo necesitan.
Era el año 1914, y la humanidad conocía su Primer Guerra Mundial. Debido a este acontecimiento la demanda de sangre para atender a los heridos era enorme, y un argentino daba un paso inmenso en su solución.
No solo logró este enorme avance que marcó el inicio de la práctica de la hemoterapia como la conocemos hoy, sino que, en uso del mejor de los motivos y valores, la generosidad, cedió a la humanidad, los detalles técnicos para que en cualquier lugar del mundo pudiera hacerse una transfusión, y los derechos universales sobre su descubrimiento.
La generosidad es un valor cada vez más escaso, pero inherente a la condición humana. Como humanos, todos podemos dar sangre en algún momento de nuestra vida y todos podemos necesitarla.
A más de cien años del inicio de la historia de la Hemoterapia, celebremos el 9 de noviembre pensando en dar y recibir vida, promoviendo el ejercicio de la solidaridad, y atravesados por el mismo momento global: la pandemia COVID-19, que nos obliga a rediseñar los circuitos de atención incluyendo el cuidado para donantes y operadores sabiendo que la Hemoterapia y el requerimiento de hemocomponentes es permanente.