La rabia es una enfermedad viral que afecta a animales domésticos y salvajes, propagandose a las personas normalmente por la saliva, a través de mordeduras o arañazos.
Los principales transmisores de rabia son los perros y gatos; también los murciélagos y zorros, la rabia no tiene cura sin tratamiento a tiempo y puede producir la muerte.
Esta enfermedad se puede prevenir vacunando todos los años perros y gatos a partir de los 3 meses y revacunarlos cada año. Además se debe evitar el contacto directo con zorros, murciélagos y otros animales silvestres.
- Concurrir rápidamente a un centro de la salud público para ser atendidos por un médico y se evalué la necesidad de aplicar antibióticos, vacuna antitética, y tratamiento antirrábico específico.
- Lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol, ni desinfectante
- Consultar a un médico veterinario para que realice la observación antirrábica del animal mordedor (ley 22953/83).
En el caso de los murciélagos solo si están rabiosos pueden atacar y morder, podemos sospechar que puede tener rabia cuando no pueden volar, si aparecen durante el día, si están en el piso o superficies lisas, la recomendación es no tocarlo, aislarlo con un recipiente (balde, caja, etc.) evitando su contacto con personas, perros y gatos.
Perros o gatos están rabiosos cuando presentan cambios de comportamiento, agresividad, salivación excesiva, imposibilidad de tragar o beber, pupilas dilatadas, convulsiones, parálisis y muerte.
Si se encuentra con un animal en estas condiciones llame a la URESA (Unidad de Salud Ambiental) o a Zoonosis Municipal.