A las recomendaciones frecuentes del odontólogo de realizar la consulta dos veces por año y cumplir con el tratamiento odontológico hasta lograr el alta; se le suma siempre alguna sugerencia puntual para optimizar la higiene bucal, en este caso con hábitos diarios que hacen al cuidado del cepillo dental.
El cepillo dental es de uso personal, no se comparte; hay que mantenerlo siempre limpio. Se debe lavar después de cada uso con agua, luego sacudir para eliminar el exceso de agua y humedad. Guardarlo con las cerdas hacia arriba. Usar protector o capuchón con orificios para proteger las cerdas.
No colocar los cepillos del grupo familiar en el mismo recipiente para contenerlos (al tocarse se pueden contaminar). Cambiarlo cada 6 meses.
Recordar cepillar tus dientes después de cada comida.
Llevar el cepillo en tus viajes, paseos, escuela, trabajo, las bacterias no se toman vacaciones.
Usa protector labial (los labios deben estar humectados).
Si haces deportes, usa protector bucal.
Consumir agua, frutas y verduras. Evitar las comidas y bebidas dulces o endulzadas.
Y finalmente es importante recordar que las prótesis bucales las debe hacer el odontólogo.