Ese acompañamiento incluye una prestación alimentaria, que se canaliza mediante la entrega de una tarjeta social que les permite la compra, en comercios locales, de alimentos libres de gluten.
El padrón provincial arroja que, teniendo en cuenta tanto el sistema público de salud, como el privado, unas mil personas conviven con celiaquía, diagnóstico confirmado mediante el resultado de la biopsia correspondiente.
“De todos modos, podemos inferir que existe un subdiagnóstico, derivado de la falta del resultado especifico de una biopsia, práctica un tanto invasiva, que implica una intervención con anestesia, y no todas las personas están dispuestas a hacerla. En muchos casos, las personas deciden quedarse con el resultado de la muestra de sangre, y llevar, de ahí en más, una vida libre de gluten”, destacó Agustina Salgado, nutricionista e integrante del equipo de Enfermedades Crónicas del Ministerio de Salud.
Mediante la Ley 3772, Río Negro regula la asistencia integral de las personas celíacas, para lo cual se coordina el trabajo entre las carteras de Salud y de Desarrollo Humano, sumando a Educación y Derechos Humanos, que a través de los establecimientos educativos acompañando a las niñas, niños y jóvenes que conviven con esta condición.
“Esta es una de las características más importantes de nuestra normativa, porque incluye un abordaje integral de cada situación, y un seguimiento de las y los pacientes”, indicó la profesional.
Qué hacer si tenés síntomas de celiaquía
Lo primero que se debe hacer, en caso de presentar algunos de los síntomas de la enfermedad: distensión abdominal, fatiga, niveles bajos de hemoglobina (anemia) o diarrea, es acercarse a un centro de salud, al más cercano al domicilio, para realizar la consulta y los estudios correspondientes, que confirmen esa condición. Una vez realizado el diagnóstico, se ingresa en el registro de personas con celiaquía de la provincia.
En caso de que la persona no cuente con obra social para realizar el tratamiento, podrá acceder al sistema de prestación alimentaria, recibiendo una tarjeta social cuyo monto se renueva cada mes, y permite la compra de alimentos libres de proteínas del trigo, avena, cebada y centeno (TACC), comúnmente llamadas sin gluten.
Por otro lado, si se diagnostica la condición, se evalúa al resto de la familia, para determinar si algún otro integrante también la presenta.