Este día constituye una oportunidad especial de festejo y agradecimiento a las y los donantes voluntarios de todo el mundo, por la donación de su sangre. Asimismo, se ha convertido en un momento particularmente propicio para adoptar medidas dirigidas a lograr el acceso universal a las transfusiones de sangre seguras.
Este año, bajo el lema «Dona sangre, dona plasma, comparte la vida, compártela frecuentemente» la conmemoración se centra en las y los pacientes que precisan apoyo transfusional de por vida y subraya el papel que cada uno y cada una puede desempeñar haciendo donación del valioso regalo de su sangre o plasma.
También destaca la importancia de donar periódicamente, para crear un suministro seguro y sostenible de sangre y productos sanguíneos que puedan estar siempre disponibles, en todo el mundo, para que quien lo necesite pueda recibir el tratamiento oportunamente.
Todas las donaciones de sangre o plasma son obsequios valiosos y vitales, y la donación periódica, voluntaria y no remunerada es esencial para disponer de un suministro de sangre seguro y sostenible. Esto es vital para las y los pacientes, y en particular lo es para quienes necesitan de por vida recibir periódicamente transfusiones, por ejemplo, quienes sufren de afecciones tales como la anemia falciforme o la talasemia.
Las donaciones de plasma voluntarias y no remuneradas también desempeñan una parte importante del apoyo proporcionado a una amplia gama de afecciones crónicas, como la hemofilia o las inmunodeficiencias.
Los requisitos para la donación de sangre son: contar con una buena salud en general; tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kg.