A medida que avanza la edad de niños, niñas y adolescentes (NNyA) su alimentación también se aleja de las recomendaciones nutricionales observándose que, en comparación a personas adultas, estos consumen un 40% más de bebidas azucaradas, el doble de productos de pastelería o productos de copetín y el triple de golosinas respecto de las personas adultas ( Encuesta de Nutrición y Salud -ENNyS 2, 2019).
Un estudio reciente muestra que el 35% de la energía total consumida por las infancias es aportada por productos ultraprocesados.
Siguiendo la tendencia mundial, en Argentina se produjeron cambios en el consumo de alimentos eligiendo los productos ultraprocesados, con exceso de sal/sodio, azúcares y grasas, con un bajo contenido en fibra alimentaria, en detrimento del consumo de alimentos frescos con bajo grado de procesamiento y de comidas de elaboración casera, además del consumo de agua segura.
“El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”
El agua es esencial para la vida en la Tierra. Constituye más del 50 % de nuestros cuerpos y cubre alrededor del 71 % de la superficie del planeta. Solamente el 2.5% del agua es dulce, apta para beber, para la agricultura y para la mayoría de los usos industriales. El agua es una fuerza motriz para las personas, las economías y la naturaleza, y conforma la base de nuestra alimentación. Es esencial para mantenernos hidratados y también cumple un rol vital en nuestra alimentación.
¿Sabías que entre el 20% y el 30% del agua que incorporamos al organismo proviene de los alimentos? El agua es un elemento tan común en nuestras vidas que parece que no fuera necesario hacer referencia a su importancia y beneficios. Sin embargo, y especialmente cuando hablamos de la alimentación, hemos de recordar que su aporte a una alimentación saludable es, además de natural, absolutamente esencial.
Por tanto, una alimentación coherente debe tener en cuenta este papel primordial del agua y la necesidad de que su consumo razonable sea incorporado a los hábitos alimentarios ya desde las primeras edades. Una correcta hidratación es muy importante en todo el ciclo de la vida, para garantizar un adecuado equilibrio, entre el líquido que se bebe y el que se pierde; y contribuir de esta forma a favorecer un óptimo rendimiento mental y físico. En condiciones normales, el agua corporal se pierde sobre todo a través de la orina y la piel (transpiración).
El agua es considerada un nutriente que se encuentra en distintas proporciones en todos los alimentos excepto en las porciones que contienen lípidos. Puede variar el porcentaje entre el 90% en frutas y verduras, 12% en legumbres, menos del 5% en frutas secas y hasta 0% en aceite. Es un nutriente que no aporta calorías. Los requerimientos de agua se cubren a través de los alimentos líquidos que no contengan cafeína ni alcohol, sean de origen natural.
En términos de calidad, cualquier bebida no hidrata por igual. La cantidad y la calidad de los líquidos ingeridos generan un impacto en el estado nutricional. El agua es la bebida más saludable para hidratarse en toda época del año.
Promover el consumo de agua en la alimentación y evitar la sustitución por otros líquidos azucarados así como entender la importancia sobre el consumo de agua para mantener la hidratación habitual, es una medida eficaz para la instalación de hábitos de vida saludables.